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Caminando mi vida sin vivirla, perdiendo alegría en cada paso… por las calles de mi dolor, la oscuridad es lo único k me acompaña.La sombría opacidad me habla de ti, miro la luna y sé que en ese momento es lo único que nos une aunque sea de forma inconsciente, pues puede que tú también la estés mirando. Y me megalonizo pensando que estoy solo con los gatos callejeros que aun quedan despiertos a las intempestivas horas de mi paseo inerte (siempre acompañado de la banda sonora de mi vida en mis oídos).
Las farolas parpadean mostrándome la anfibológica senda que recorro.

Me drogo con música que me habla de esperanza y de que puedo conseguirlo, de que nada es imposible, pero sé que es mentira y lloro en silencio hasta dormirme envuelto en mis reflexiones.
Por la mañana el mundo me muestra su falsa sonrisa, pero yo no le creo porque me doy cuenta de que mi vida sigue igual.

Huele a soledad, sí, soledad, dentro noto eso…
Me gustaría ser de los que piden perdón en vez de pedir permiso pero no, me abruma la inseguridad.
Quisiera no ser/sentirme tan raro.
Intento expresar mis sentimientos lo mínimo posible.

La música. Me encierro en ella para seguir adelante, ya sea en la que toco yo como en la que escucho. Es mi vida.Cuando murió toda mi ilusión, comencé solfeo y en esos ratos en la escuela musical olvidaba por unas horas lo desgraciado que me sentía.
Ahora sigo apoyándome en ella para continuar.
Música y tú, no necesito nada más.